En los últimos días, el Ministro de Hacienda anunció que el Gobierno Nacional está preparando una nueva reforma tributaria que podría presentarse en el segundo semestre del año.

¿Y por qué una nueva reforma? Según el Gobierno, los ingresos que recibe el Estado por impuestos no han alcanzado las metas o las estimaciones trazadas. A lo anterior, se suman varias decisiones de los operadores judiciales que han expulsado del ordenamiento jurídico normas tributarias con las que se aspiraba a lograr un gran y efectivo recaudo; decisiones que, por supuesto, no contemplaba el ejecutivo que se tomarán y que han repercutido en las finanzas públicas.

Nuevos impuestos en camino
En el nuevo proyecto se habla de crear cuatro nuevos impuestos que apuntan a:

• Productos con carbono,
• Plaguicidas,
• Contaminación por ruido,
• Vapeadores.

Estos impuestos tienen como objetivo principal desincentivar prácticas dañinas para la salud y el medio ambiente. Sin embargo, el mismo Gobierno ha reconocido que no representarían un gran aumento en el recaudo.

¿Y qué más ha pasado?
Recientemente, el ejecutivo expidió el Decreto 0572 de 2025, el cual incrementó las tarifas de autorretención en la fuente. Este cambio ha generado preocupación en muchos sectores económicos, ya que implica sacrificio de caja para atender los compromisos derivados del sistema de retención en la fuente.

Además, el Gobierno suspendió el Marco Fiscal de Mediano Plazo, una hoja de ruta clave para manejar las finanzas del país. Esta decisión ha hecho sonar las alarmas, pues podría llevar a un aumento significativo del endeudamiento público y muy costoso en cuanto a las tasas de interés.

El ambiente no es el mejor
Tú mismo lo has notado: el ambiente político y económico del país está bastante agitado. La relación entre el Gobierno y el Congreso no es la mejor, lo que hace difícil que una reforma de este tipo sea aprobada. Además, cada vez hay más tensión entre el Gobierno y el sector empresarial, que ha mostrado su desacuerdo con muchas de las medidas propuestas e implementadas.

Como si esto fuera poco, hay investigaciones en curso por presunto mal uso de recursos públicos, lo cual afecta la confianza de la ciudadanía y de otros actores importantes respecto al uso de los recursos que se captan a través de los impuestos.

¿Y entonces qué sigue?
Todo indica que sacar adelante una nueva reforma tributaria no será tarea fácil. Más aún, si tenemos en cuenta que hace poco ya se hizo una reforma con objetivos similares.

El Gobierno tiene ahora un gran reto: lograr acuerdos con distintos sectores, en un momento en el que la polarización política, la falta de confianza y la cercanía de nuevas elecciones hacen que el camino sea muy espinoso.